Imagenes chistosas

No obstante, hay ideas que siempre aparecen bajo la misma luz. Por ejemplo, lo que contaba sobre el bolígrafo y la pluma es algo que puedo haber reflejado (y apostaría lo que fuese a que lo he hecho con esas mismas palabras) en mil cartas escritas a mano. También más de uno me habrá escuchado decir que ¡El código Da Vinci es una mierda!; que ya está todo inventado en cuanto a tramas e historias se refiere y sólo queda mezclar lo que ya hay de modo que parezca nuevo; o que creo que la justicia universal sería que cada cual tuviera la vida de ultratumba que su religión y su fe le prometen, lo cual no es óbice para que sostenga que la vida en el Más Allá es una creencia nacida de nuestro deseo de perdurar. Esta clase de cosas se repiten en mis discursos una y otra vez, no queda nadie que no me las haya oído aqui.

De modo que, si realmente escribiese a diario, llegaría el momento en que hablase del mismo tema desde diferentes ópticas, según mi estado de ánimo. Tarde o temprano se repetiría el asunto a tratar, ¡no tengo una mente tan fecunda como para escribir sobre una cuestión diferente cada día de mi vida durante años! Pero hay cosas cuya redacción está grabada a fuego en mi neurona y resultan siempre iguales: entre tanta contradicción, todavía tengo alguna idea Fotos chistosas.

Ya, pero ya, pero ya. Hoy, por exigencias maternas, he tenido que hacer limpieza en el cuarto y deshacerme de muchas cosas. Entre ellas, cinco cajas llenas de correspondencia, de las que he salvado las postales (las colecciono), tarjetas hechas a mano, cartas de mi abuela y alguna cosilla más, todo lo que pudiera tener mayor valor sentimental. El resto aguarda ahora en el contenedor de reciclaje a volver a ser escrito y enviado, o emborronado y desdeñado, o... A saber qué.