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La muñeca por excelencia de la quinta del 80, Barbie. La primera que tuve la fuimos a comprar mi papá y yo al Corte Ingés, era una Barbie rockera, nunca olvidaré ese día. En esta época mi querida Barbie tuvo que competir duramente con la Peliculas online quien tenía la batalla perdida, ya que como diría Lord Hiryu 'no hay punto de comparación con la talla de sujetador'. Pero no nos olvidemos de la Nancy, que también andaba por ahí y que por entonces adquirió gran protagonismo; nada que ver con las curvas perfectas de Barbie creada como prototipo de mujer perfecta: alta, guapa, inteligente e independiente. Ahora, a mis 25, creo haber alcanzado esa imagen que Barbie nos quiso plasmar, pero ya nada es lo mismo:

- La mujer perfecta se divorcia de Ken para irse con el primer rubio surfero que pasa por delante.
- Yo me quedé en 1,58cm de altura.

- Hasta que Ken apareció en la vida de Barbie las niñas hacían orjías lesbicas con sus muñecas.
- Tampoco conseguí alcanzar la talla 100 de sujetador de Barbie.
- El pelo perfecto y brillante de la muñeca perfecta también tiene su fin.
- El mío nisiquiera ha llegado a estar perfecto nunca (observesé que mi mamá es peluquera).
- En fin, si a esto le añadimos que las Barbies de hoy aún llevando bragas incorporadas van de golfas, prefiero haberme quedado en fuente (pequeña, regordita y simpática).

Ni llevo camisetas a rayas, ni uso gafas de pasta, ni me muevo en ambientes popis. Siempre llevo chapitas porque me recuerdan a Rita (fan nº 1 de Astrud), y las converse que llevo hoy puestas son de mi hermana (declarada pija oficialmente). Si que me gusta la música pop, se que soy la más chunga del mundo con respecto a la basurilla discográfica, pero prefiero ser fan de Ellos no de Melendi. A ver: si hasta mi compi del curro cuando me conoció creía que era pija 'osea'.